Barceló Escartín, Agustín

BIOGRAFÍA

En la entrevista que mantuve hace unos años con Agustín Barceló Clavería en su domicilio de Zaragoza, recordaba emocionado el único recuerdo que le queda de su padre: una pequeña señal en el mentón producida por una brizna de tabaco encendido que le cayó del cigarro de su padre, cuando lo tenía en brazos en la que fue la última visita que les hizo a él y a su madre en su casa de Albalate. Agustín tenía escasamente dos años y, en aquellos días, su padre estaba preparando su retirada hacia Cataluña tras la ruptura del Frente de Aragón en marzo de 1938. La pequeña cicatriz y las cartas escritas desde su destino en la Compañías de Trabajadores Extranjeros en Francia -que conservan como un bien muy preciado en la intimidad familiar- son suficientes para rescatar del olvido a este deportado aragonés que, tristemente, halló la muerte tras haber recorrido un itinerario tan lago como doloroso.

Agustín Barceló Escartín, nació en Albalate del Arzobispo el 14 de abril de 1908, agricultor de ocupación, estuvo casado con Andresa Clavería de cuyo matrimonio nació su único hijo Agustín, en el mes de marzo de 1936. Tras la derrota republicana salió al exilio y estuvo interno en los campos del sur de Francia. En marzo de 1939 formaba parte de la “Brigada de carpinteros” del campo de Barcarés y fue en este campo donde se alistó en la 89ª CTE. Los compnentes de esta CTE fueron destinads a realizar trabajos defensivos en los departamentos de Moselle, Meuse y Alpes hasta que cayeronen manos de los alemanes, sobre el 20 de junio, en la zona de los Vosges. Tras su detención Agustín, fue trasladado, junto a otros muchos españoles detenidos en las mismas circunstancias, al stalag XI-B en Fallinbostel situado a unos 90 km. al sur de Hamburgo.

En este campo de prisioneros de guerra, a Agustín se le asignó el número 41627 y permaneció allí hasta el 5 de septiembre cuando un convoy, formado por 201 republicanos, partió hacia Mauthausen. Estos deportados ingresaron en el campo austríaco tres días más tarde, el 8 de septiembre de 1940, y la matrícula con la que tuvo que identificarse Agustín, a partir de aquel momento, fue la 4295.

Desde este primer destino en deportación, Agustín inició un itinerario por diferentes campos nazis en una trayectoria que le condujo a un destino fatal.  El 17 de febrero de 1941 fue trasladado al campo anexo de Gusen en un grupo formado por unos 840 españoles. En este campo conoció la crueldad de trato y la extenuación por el esfuerzo y las pésimas condiciones de trabajo hasta que el 8 de noviembre formó parte del grupo de un centenar de españoles seleccionados para ser trasladados “hacia un hipotético sanatorio”, cuando en realidad su destino era la cámara de gas del castillo de Harteim, pero por razones desconocidas -quizá por el hacinamiento de las instalaciones- el traslado siguió hasta el campo de Dachau.

Pascual Castejón (Calanda, 1914-2004) en la entrevista que mantuvimos el año anterior a su fallecimiento, recordaba a Agustín: "En Dachau españoles murieron pocos,... pocos  sí, me acuerdo de varios españoles, .... de Albalate del Arzobispo, Agustín, ese era cazador, muy amigo mío”, aunque dudaba que hubiese fallecido en el campo. Fermín Casorrán, familiar y convecino de Agustín, viajó, también en aquel transporte y recordaba:

"Montamos en un tren de mercancías que servía para el traslado de tropas alemanas y al otro día 9 llegamos a Dachau; nos hicieron duchar y allí me encontré con el Titi que estaba casado con una prima mí, su hijo es el Agustín Barceló que vive en Zaragoza, y me dijo que él trabajaba en el kommando de Gusen de Mauthausen".

Un nuevo destino y una nueva matrícula, en Dachau le correspondió la 38836 y estos españoles contaron con la ayuda solidaria de los Brigadistas Internacionales que habían sido deportados con anterioridad, lo que les permitió superar, momentáneamente, aquella situación. Según el testimonio de Fermín, parece ser que Agustín estuvo destinado en un kommando externo cercano al campo de Dachau y recordaba muy vagamente el momento del fallecimiento de Agustín “en el verano de 1944”. Sabemos que el deseo se había producido con anterioridad: según consta en los registros conservados, Agustín Barceló murió el 21 de marzo de 1944 a consecuencia de las “heridas de muerte, que le produjeron una hemorragia interna”, al verse afectado en uno de los bombardeos de los aliados sobre las instalaciones industriales que dependían del campo de Dachau.

El compromiso por la memoria de Agustín lo ha asumido, desde hace tiempo, su nieta Andrea Barceló quien ha participado en diferentes actos de recuerdo como fueron las jornadas sobre la deportación celebradas en Ejulve en 2008, o tomando la palabra en nombre de los familiares, en el acto celebrado en las Cortes de Aragón el 27 de enero de 2011 que recordaba a todas las víctimas del Holocausto.

Texto: Juan M. Calvo Gascón