Ferruz Insa, Baltasar

BIOGRAFÍA

El interés de Ander Cabrero, por recuperar la memoria de las víctimas del franquismo de Pitillas (Navarra), le ha llevado a recuperar la identidad de Baltasar Ferruz Insa quien, habiendo nacido en dicha localidad navarra en 1911, acabó sus días en el campo de Gusen en el mes de mayo de 1942. Ander poseía muy pocos datos de Baltasar pero con la localización de Vicenta y Trinidad, dos hermanas suyas que viven en Sástago, ha podido establecer claramente su trayectoria y nos ha dado a conocer retazos de la historia familiar.

El matrimonio formado por Martín Ferruz López y Benita Insa Vallespín, durante la primera década del siglo XX, se había trasladado desde Sástago a la población de Pitillas (Navarra) donde nacieron dos de sus nueve hijos: Baltasar el día 5 de enero de 1911 y Ramón casi dos años más tarde, en diciembre de 1912. Sobre el año 1918 la familia regresó definitivamente a Sástago. Martín, el padre de Baltasar, durante la República ocupó cargos de responsabilidad en el seno de la UGT, de cuya agrupación local era presidente en mayo de 1933. El joven Baltasar y sus hermanos se formaron en el seno de esta familia de labradores donde, la vinculación directa y activa con el sindicato, conformaron su ideología de izquierdas y su compromiso con la defensa de la Segunda República tras el golpe de estado fascista del 18 de julio de 1936.

Este compromiso político de Martín y de sus hijos, les acarreó problemas, posteriormente, al ser denunciados de oponerse al Movimiento y de haber participado en las incautaciones de tierras. Martín aparece inculpado en varios Expedientes de Responsabilidades Políticas abiertos, en 1939, contra los republicanos de Sástago.

Ramón y Baltasar -y seguramente alguno más del total de los seis hermanos varones- fueron combatientes en la Guerra. Ramón desapareció en una de las misiones como correo de guerra y Baltasar, según consta en la documentación que ha recopilado Ander Cabrero, pudo ser comisario político del ejército republicano. Tras la ruptura del frente de Aragón en marzo de 1938, la familia Ferruz-Insa se trasladó a Barcelona, donde se encontraban cuando Baltasar partió hacia el exilio desde la estación de Francia de la Ciudad Condal.

Desconocemos cual fue la trayectoria de Baltasar en el exilio. Como miembro de una de las Compañías de Trabajadores Extranjeros que fueron cercadas en las playas de Dunkerque por los alemanes, fue detenido durante la primera semana de junio de 1940. Un importante número de republicanos fueron transferidos, junto a prisioneros de otras nacionalidades, a un campo de prisioneros de guerra (stalag) situado en la Alta Silesia -hoy territorio polaco- y en el mes de octubre fueron trasladados a un nuevo stalag, el XII-D, ubicado en las cercanías de la ciudad de Tier (Tréves) en la frontera germano-luxemburguesa.

Desde esta localidad fueron deportados a Mauthausen un total de 775 republicanos, sufriendo tres días de viaje en vagones de ganado que no reunían unas mínimas condiciones de vida. Fueron inscritos en Mauthausen el día 25 de enero y a Baltasar le adjudicaron la matrícula 3844. Su traslado hacia Gusen se produjo el 20 de octubre, donde halló la muerte el 14 de mayo de 1942. Desde que había empezado la Guerra de España habían pasado casi seis años de sufrimiento y de combate contra el fascismo.

Las represalias y la persecución sobre el cabeza de familia tuvieron unas consecuencias fatales y Martín falleció en enero de 1941 -según cuentan sus familiares- como consecuencia de una paliza que le dio la Guardia Civil, tras haberlo detenido en su casa. Estos hechos coincidieron en el tiempo con la llegada a Mauthausen del joven Baltasar quien, al dar su filiación en los registros de campo, dejó como persona de contacto la de su padre. Poco podía imaginarse Baltasar lo ocurrido en Sástago en aquellos días.

La familia tardó algún tiempo en enterarse del fallecimiento de Baltasar, una de sus sobrinas, le ha explicado a Ander la noticia de su muerte en Alemania que le fue transmitida, por las “recaderas” de Sástago, a su tía Trini: “Lo siento dijo una de ellas y Trini se puso a llorar. Volvieron por la carretera, supongo que para no cruzarse con mucha gente, mi tía no paraba de llorar. Entraron por el corral, Benita se volvió loca al enterarse. Cabrones, cabrones… Eso es lo que gritaba sin cesar”.

Dolor y desesperación en una familia que había pedido a tres de sus miembros como consecuencia directa de la Guerra y el exilio. Un exilio al que también se vieron abocados José y Alfredo, el mayor y el más pequeño de la saga y que, con el paso de los años, se convirtió en permanente en tierras francesas. 

Por lo que nos ha explicado Ander Cabrero, las hermanas y las sobrinas de Baltasar mantienen vivo el recuerdo de los sucesos que han acompañado a su familia. Han pasado muchos años desde que la Guerra truncó las ilusiones de Martín y de Benita quien, a pesar de todas las vicisitudes pasadas, transmitió a las siguientes generaciones “una dignidad que nunca perdieron”.

Texto: Juan M. Calvo Gascón

Fuentes:

http://lavaradelalibertad.blogspot.com.es/2010/05/baltasar-feruz-issa-de-pitillas.html