Albero Muniesa, Antonio

BIOGRAFÍA

Nació en Alacón el 29 de septiembre de 1900. Tras la Guerra de España se exilió en Francia. En agosto de 1940 se encontraba en el centro de internamiento de Alliers cercano a la ciudad de Angulema, donde muchos de los más de 2.000 españoles refugiados –entre los que había numerosas familias- malvivían realizando trabajos en las industrias, obras y explotaciones agrícolas de las cercanías. Tras la ocupación alemana llegaron también grupos de republicanos, miembros de las CTE, que  en su retirada se les cerraron todos los caminos de huida.

Desde esta ciudad partió -a primeras horas de la tarde del 20 de agosto- el primer convoy que, desde la Europa Occidental, transportó población civil en deportación hacia los campos de la Alemania. Casi un millar de personas entre hombres, mujeres, ancianos y niños formaron el conocido “convoy de Angulema” que llegó a la estación de Mauthausen el 24 de agosto donde los hombres y los muchachos fueron obligados a apearse -quedando definitivamente rotas muchas de aquellas familias- y fueron conducidos, en medio del drama que supuso aquella separación, y atemorizados ante el incierto destino al campo de Mauthausen. Ya en las primeras horas conocieron a algunos de los españoles que les habían precedido en los tres transportes que les precedieron en las semanas anteriores. José Alcubierre era un muchacho de 14 años que en la estación vio por última vez a su madre y se emocionaba cuando explicaba, en sus visitas al campo, la impresión que les causó el contacto con aquellos compatriotas “nos dieron una sopa infecta, olía que apestaba, ¿cómo íbamos a comernos semejante porquería? y aquellos españoles nos dijeron que no la tirásemos que ellos se la comerían. ¡Qué asco, pensábamos!, pero pasados dos días éramos nosotros quienes nos la comíamos. No había otra cosa y si no te la comías te morías de hambre”.

A Antonio Albero, le fue adjudicada la matrícula 3864 y hemos de suponer que, como la mayoría, sería destinado a trabajar a la cantera. Cinco meses más tarde formó parte del grupo de españoles –muchos de ellos compañeros de Angulema-  que el 24 de enero de 1941 fue transferido al campo cercano de Gusen. En este centro los republicanos fueron adscritos a los trabajos relacionados con la construcción del muro que había de rodear el recinto y a la propia cantera del campo. Le fue adjudicada una nueva matricula, la 8991 y en este lugar de muerte fue donde falleció  diez meses más tarde: el 5 de diciembre de 1941 fueron registrados el fallecimiento de 16 republicanos españoles, entre ellos se encontraba Antonio Albero, con 41 años,  quien había permanecido interno 15 meses y 11 días.

Como pariente más próximo para ser avisado en caso de muerte, en el momento de su ingreso en Mauthausen, Antonio había dejado la dirección de su padre Manuel que residía en la ciudad de Teruel, aunque por la nota remitida por el Ayuntamiento de Alacón a los responsables de la Amical de Mauthausen, sabemos que, en 1981, un hermano suyo, Marcelo, residía en la ciudad de Zaragoza. 

En el Journal Officiel de31 de marzo de 1992 (pág. 4.486) figura su nombre, junto al de varios centenares de españoles fallecidos en los campos, en el Decreto que autorizaba la inscripción “Mort en deportation” en su acta de defunción.

CALVO GASCON, J.M. "Deportados a los campos nazis  nacidos en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos (Teruel)", en Revista de Andorra, CELAN, nº 8, págs.133-177